Sobre mí

@BellasSexy / @SexyCoffee_ES

Los que me siguen en Twitter saben de mí varias cosas: que soy un hombre, que me gustan las mujeres, que me encanta postear fotos de mujeres atractivas (desnudas, vestidas o a medio camino entre unas y otras) y que ya hace tiempo que doy la paliza cada mañana con mi hashtag #SexyCoffee.Las revistas de mi despertar

Colecciono esas fotos de mujeres con cafés. Me apasionan.

Y jugar a intercambiar «cromos» de bellas mujeres en Twitter me divierte.

Supongo que arrastro la fascinación por el desnudo femenino desde las primeras revistas eróticas que pillé en mi adolescencia (e incluso preadolescencia), allá por los 80 y 90… Sí, ya no soy un chavalín. Bellísimas y seductoras preciosidades que me despertaron al mundo de los sentidos y que llenaron mis años mozos de ejercicios de solitario placer al amparo del pestillo del lavabo.

La mujer es lo más bello del mundo.

Cosificación, machismo y similares.

A menudo me asalta la preocupación de no «cosificar» a la mujer a través del erotismo y la pornografía. Por mi parte, no me acerco al desnudo y al sexo con un rol machista, sino de devota admiración. En las películas X, por emplear un ejemplo, no me atrae nada el actor que se muestra dominante, rudo, incluso brutal. Ni me gusta cómo a veces fuerza a su compañera a felaciones al límite de las arcadas. Todo eso me sobra. A la mujer hay que quererla, amarla y llevarla al colmo del placer, a todos los orgasmos que pueda alcanzar, a sentirse una diosa, única, especial, a través del goce. ¿Que hay quien disfruta -hombre o mujer- del «sexo duro»? Por supuesto, cada uno/a es libre de vivir el sexo como le dé la real gana, siempre desde la libre y consciente implicación de las personas implicadas. Únicamente quiero dejar claro que disfruto tanto, tantísimo, con la visión de las mujeres desnudas como espero que también las mujeres disfruten con los cuerpos desnudos que sus orientación sexual les dicte.

¿Soy un frustrado sexual?

No, ¡ni mucho menos! Soy muy afortunado en este aspecto de mi vida íntima. Mi chica es tan activa como yo y lo pasamos muy bien. Aquí -a internet, a mi web, a Twitter- vengo a jugar. Pero sin liar las cosas: no soy de sex-rol, ni de enviar DMs con intenciones seductoras. Y si los recibo, los freno. Con todo el tacto y cortesía que puedo, pero de forma firme: no soy de complicarme la vida ni la de los demás.

¿Y cómo me gustan las mujeres?

Uf, me gustan tantas y tan variadas que quizás es más fácil decir qué no me gusta.

No me gustan los tatuajes, por ejemplo. Raramente tuiteo mujeres con tattoos. Alguna ha habido, porque alguna me ha gustado. Pero por norma general considero el cuerpo femenino precioso sin marcas añadidas. Al margen de que me gusten los lunares, por ejemplo.

No me van las mujeres que no sonríen porque se reflejan en modelos con cara de palo, de perdonavidas o de aburridas de todo. ¡Qué seductora es una mujer cuando sonríe! A mí me sonríe una mujer y la vida es mejor y el sol luce más fuerte. ¡Sonreíd, mujeres! Es un gran poder que tenéis.

No me gusta esta moda creciente de las actrices porno que se mean por sistema. Las «squirters». En pequeñas dosis lo he disfrutado. Ahí están Cytherea y Tina Blade, dos mujeres que me encantan. Pero parece que ahora es casi obligado que las mujeres eyaculen en el cine X. Y verlo tan a menudo me llega a cansar.
Y poco más… porque pechos grandes o pequeños, naturales u operados, me gustan -en general- todos. Bueno, hay por ahí algunas tetas que las han operado a mala fe… qué feas las han dejado. Pero por lo demás, ¡viva la variedad!

Y hasta aquí. Si por alguna vía, por alguna casualidad, alguien pide saber más, pues igual amplío. Pero escribir sobre mí me quita tiempo para seguir admirando mujeres. 🙂

 

@BellasSexy